Los rayos ultravioleta que alcanzan la tierra se dividen a su vez entre los rayos UVA, UVB y UVC, en función de su longitud de onda. Los rayos UVC son bloqueados por la capa de ozono. Los rayos UVA provocan daños en la piel a largo plazo, que incluyen cáncer de piel y envejecimiento prematuro de la misma, mientras que los rayos UVB son la principal causa de las quemaduras solares.